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Iglesia en Aragón entrevista a Piedad Domínguez

piedad

https://www.iglesiaenaragon.com/piedad-dominguez-superiora-en-la-purisima-seria-maravilloso-que-arrancara-en-aragon-una-activa-pastoral-de-sordos

En 1910 llegaron a Zaragoza las Franciscanas de la Inmaculada, una congregación dedicada al cuidado de los sordos a través del colegio ‘La Purísima’. Esta congregación también acomete, desde una posición callada y diligente, una magnífica labor pastoral. Entrevistamos a Piedad Domínguez, superiora de la comunidad, para conocerla más a fondo.

La congregación que hay detrás

La comunidad que hay detrás de ‘La Purísima’, un colegio-institución que llegó a Zaragoza en 1910 y que ha realizado desde entonces una labor callada y encomiable para con los sordos, son las Franciscanas de la Inmaculada. Una congregación fundada en 1886 y cuya misión es hacer la paz y el bien. “Ya lo decía nuestra fundadora”, afirma la hermana Piedad, superiora de la comunidad, “haced el bien y tratad a los más desfavorecidos. Por eso, ya desde nuestros orígenes nos dedicamos a los ciegos, sordos y leprosos, es decir, a los abandonados”.

La labor en Zaragoza

Desde su fundación en la capital, ‘La Purísima’ ha probado diferentes localizaciones hasta ubicarse en calle Corona de Aragón, pero su cometido siempre ha sido el mismo: atender a los sordos, y de estos, los que se encuentran en peor situación: “Cuando nuestros alumnos han conseguido el nivel de integración óptimo, se marchan definitivamente a los colegios ordinarios”, aclara la superiora, “y en el nuestro quedan los que se encuentran en una situación más desfavorecida, los que no han adquirido las competencias mínimas, los que viven en familias desestructuradas, pero aquí estamos para eso  -y señala un letrero que se lee en una pared de la sala-: «atiende siempre al que llama a tu puerta»”.

El objetivo de ‘La Purísima’ con sus alumnos ha sido conseguir la oralidad en los sordos, con vistas a su integración social y a perfeccionar su lenguaje de signos, porque “ambos están ligados, cuanto más rico sea el oral, mayor lo será el de signos”, explica Piedad. “También preparamos a nuestros alumnos para la Primera Comunión. Este año la recibirán el 9 de junio en la capilla del colegio. Hasta hace un tiempo también preparábamos para la Confirmación. Sin embargo, como los chicos se van en cuanto están preparados, esta labor está parada. Pero queremos volver a retomarla”.

Una pastoral real con sordos

Poliana tiene 20 años, es sorda y de origen brasileño. Llegó a Zaragoza en edad adolescente y se incorporó a ‘La Purísima’ para acabar la secundaria. Ahora está estudiando allí una formación profesional básica. El pasado 20 de mayo, domingo de Pentecostés, recibió en el Sagrado Corazón los sacramentos de Iniciación cristiana, preparada por la catequista Marisa de la parroquia del Corazón de María.

Marisa comenzó esta aventura catequética “con miedo” porque no conoce la lengua de signos. Pero, como Poliana lleva aparato, se han entendido “suficiente”. Reconoce que esta experiencia le ha hecho crecer “muchísimo” y espera que esta labor no se quede aquí: “Hemos trabajado codo con codo y ha surgido la amistad entre nosotras. Poliana es una mujer que ha vivido su formación con mucho interés, no ha faltado a ninguna catequesis. Hace poco me operaron de la pierna y vino a mi casa a recibirlas”.

Marisa asegura que “la parroquia está deseosa y con las puertas abiertas para que surja un grupo de personas con esta misma necesidad. Además, durante este curso hemos tenido la suerte de contar con el servicio de las hermanas de la comunidad de ‘La Purísima’ que han traducido cada domingo la misa de las 13.00 h. al lenguaje de signos”.

Poliana, brasileña, sorda y de 20 años, ha recibido una catequesis personalizada

¿El comienzo de un camino?

Salvando este caso, actualmente las iglesias de Zaragoza no disponen de este servicio de traducción. Por eso, la hermana Piedad confiesa que “estamos planteándonos realizar este servicio de manera estable dirigido a los católicos sordos de Zaragoza”, y añade que “sería maravilloso que arrancara en Aragón una activa pastoral de sordos y que algún sacerdote se preste para implicarse en ella”.

 

 

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